¿Por qué una biblioteca?

Pensamos a la biblioteca como un espacio donde poner en práctica nuestras ideas, un lugar desde donde trabajar por un mundo que no se rija por relaciones de dominación.

Aspiramos a que las puertas de este lugar-encuentro estén cada vez más abiertas, donde entre todos y todas construyamos relaciones más solidarias en un clima horizontal, donde nadie mande sobre nadie – donde la palabra de todos y cada uno sea escuchada y valorada - donde podamos potenciar nuestra rebeldía en pos de una sociedad justa.

Es entonces más que un lugar donde se prestan y reciben libros: esperamos que sea un encuentro de debates, de personas participando … En otras palabras, de muchos haciendo lo que pensamos como otra forma de hacer política, saliendo de las formas partidarias, dando lugar a las decisiones y acciones colectivas en común-unión.

Es así como día a día distintas personas se han ido acercando y sumando a los distintos espacios que tenemos en la biblioteca: El espacio de huerta, el de cine, el de difusión y comunicación, entre otros.

Este mundo que soñamos, no es la foto de un futuro irrealizable, sino muchas posibles formas que va adquiriendo este espacio, que como tantos se va construyendo y reconstruyendo junto con otros día a día. Es por eso que en cada reunión reflexionamos para preguntarnos hacia donde queremos seguir caminando, deshaciendo y rehaciendo, andando y desandando.

… por todo esto el espacio tiene un nuevo nombre: Las Vueltas del Caracol.

Re-caminando sobre los mismos pasos, y al sumarse otras voces y otras manos, se van transformando para crear algo nuevo. Este caracol, que en sus vueltas avanza lento pero firme, incluye a otros en su recorrido. Esperamos que estas vueltas andantes se conviertan en más desafíos, que inviten a sumarse también a los que aún no se han acercado.

martes, 15 de febrero de 2011

Taller de Huerta


Pensamos la huerta como un espacio de trabajo (en tanto hacer) que nos permita encontrarnos con formas alternativas de tratar la tierra y de organizarnos. Buscamos aprender otro tipo de “agricultura” que, a diferencia de la moderna, no requiera de productos químicos ni de grandes monstruos arados.


No compramos herbicidas, por ejemplo, porque aprendimos que con hojas secas es posible eliminar el pasto, tanto más sano para el suelo y para quienes cosechamos o comemos. Tampoco compramos fertilizantes porque vimos que, en su lugar, sembrando determinadas especies se puede nutrir naturalmente al suelo.


Si encontrásemos más de estos pequeños ejemplos, en un que-hacer mancomunado y horizontal, ¿Sería entonces posible construir nuestras propias formas de producir alimentos? ¿Podemos realmente prescindir de los agro-tóxicos? ¿Y de los grandes esfuerzos físicos? ¿A qué escala? ¿y mediante qué alternativas?


Buscamos encontrar de forma colectiva pequeñas respuestas a estas y a otras preguntas y queremos que estas emerjan de la práctica, manos en la tierra.


POR ESO NOS JUNTAMOS

TODOS LOS SÁBADOS DESDE LAS 15HR


¡VENÍ QUE HACEN FALTA MANOS! "

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